Nuestros adultos mayores engalanaron una velada que estuvo marcada por sonrisas, abrazos sinceros, sabiduría y amor.
En un ambiente lleno de alegría y cariño, junto a nuestros adultos mayores, celebramos con entusiasmo el Día del Padre y la Madre, reconociendo la importancia de quienes han dejado una huella imborrable en nuestras vidas. Allí, cada gesto, cada palabra y cada sonrisa, hicieron de este día una experiencia verdaderamente especial.
Lógicamente, el amor fue el protagonista de esta celebración, reflejado en los abrazos sinceros, las miradas cómplices y las historias compartidas que nos conectan con nuestras raíces. Fue un espacio para agradecer, para honrar y para recordar todo lo que nuestros adultos mayores han entregado con tanto amor a lo largo de los años.
Durante la jornada, la música, la comida y las actividades recreativas crearon un entorno de alegría y cercanía. Más que un evento, fue una oportunidad para fortalecer los lazos entre generaciones y devolver un poco del cariño que ellos siempre nos brindan. El ambiente estuvo cargado de emociones positivas y momentos que quedarán grabados en el corazón.
Además, sus sonrisas fueron, sin duda, nuestra mayor recompensa. Ver sus rostros iluminados por la felicidad nos confirma que vale la pena cada esfuerzo por hacerlos sentir especiales. Esta jornada nos recuerda la importancia de cuidar, valorar y celebrar a quienes nos guiaron con sabiduría y amor.
De esta manera, desde la Administración Municipal liderada por Juan Diego Zuluaga, les decimos: ¡Gracias por permitirnos compartir este día tan significativo junto a ustedes!
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