¡En Sonsón que sembró esperanza en la vereda La Paloma, le decimos ¡no más al bullying! Porque sabemos que detrás de cada burla, cada apodo cruel o cada empujón hay una historia de dolor. El bullying no es un juego, no es una simple broma ni una forma de “encajar”. Es una violencia silenciosa que lastima el corazón de quienes la sufren.

¿Qué pasa cuando una broma cruza la línea del respeto? Lo que para algunos puede parecer gracioso, para otros es motivo de tristeza, ansiedad y aislamiento. Las palabras tienen poder, y usarlas para herir no puede seguir siendo normalizado. Es momento de abrir los ojos y reconocer que el daño emocional también deja cicatrices.

De ti depende no sumarte. De ti depende ser la voz que dice: “Esto no está bien”. No necesitas ser agresivo, solo valiente. El silencio también puede ser cómplice, pero tú puedes ser parte del cambio. Un gesto de empatía puede marcar la diferencia para alguien que está viviendo un momento difícil.

Así queda en claro que el bullying no es diversión. Cada palabra, cada acción, cada burla deja huella. Es momento de construir entornos más respetuosos, donde todos podamos sentirnos seguros y valorados. Porque lo que para ti puede ser un simple chiste, para alguien más puede significar dolor. ¡En Sonsón, le apostamos al respeto y la empatía!

 

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