Con Fragmentos de un NN cerramos con broche de oro la versión XXX del Festival de Teatro Caña Brava, una noche en la que Sonsón reafirmó su amor por la cultura y el teatro.
Con Fragmentos de un NN del Pequeño Teatro de Medellín, bajo la dirección de Ruderico Salazar, cerramos con broche de oro la versión XXX del Festival de Teatro Caña Brava. La puesta en escena cautivó al público con su fuerza interpretativa, su narrativa profunda y su impecable propuesta estética, consolidándose como un cierre memorable para esta edición tan especial del festival.
Fue una noche llena de risas, talento y aplausos, en la que el arte teatral se convirtió en un puente de encuentro entre artistas y espectadores. Cada gesto, cada palabra y cada silencio en el escenario resonaron con la pasión de quienes dedican su vida a contar historias, demostrando que el teatro sigue siendo una herramienta poderosa para emocionar y reflexionar.

Allí, el público sonsoneño respondió con entusiasmo, reconociendo en esta obra la entrega de los actores y la calidad artística del Pequeño Teatro de Medellín. Las risas y ovaciones fueron testimonio del vínculo que el teatro crea entre las personas, un lazo que trasciende generaciones y fronteras, y que en esta ocasión volvió a llenar de vida el corazón cultural del municipio.
Sin duda, Sonsón volvió a dejar en claro su amor por la cultura y el teatro con el Festival de Teatro Caña Brava. Este cierre reafirma el compromiso de la comunidad con las artes escénicas y la importancia de seguir cultivando espacios como el Festival Caña Brava, que durante tres décadas ha mantenido viva la llama del arte, la creatividad y el talento local.
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