En el municipio de Sonsón que brilló en el concurso de apicultores en Neiva, se está llevando a cabo una iniciativa que refleja el verdadero espíritu de solidaridad y compromiso social. A través del programa Fray Melquiades, más de 30 personas en condición de vulnerabilidad reciben diariamente desayuno y almuerzo, garantizando así una alimentación digna para quienes más lo necesitan.

Esta valiosa y hermosa labor es posible gracias a una alianza entre la Catedral de Sonsón y la Administración Municipal, quienes han unido esfuerzos para brindar no solo alimentos, sino también, esperanza y apoyo a miembros de la comunidad que enfrentan situaciones difíciles. La colaboración entre lo espiritual y lo institucional demuestra que es posible construir juntos un mejor presente.

Dicho programa no solo combate el hambre, además, fortalece el tejido social del municipio. Cada plato servido representa un acto de amor, un gesto de humanidad y un paso más hacia una sociedad más equitativa y consciente de las necesidades del otro. La alimentación digna es un derecho, y en Sonsón, se está trabajando para garantizarlo.

Además de los beneficios nutricionales, esta obra genera espacios de encuentro y diálogo entre los beneficiarios, promueve valores como la empatía y la solidaridad, y refuerza el sentido de comunidad. En cada jornada, el programa Fray Melquiades se convierte en un símbolo vivo de fraternidad.

¡Qué bonita obra! El impacto de este programa va más allá de lo material; alimenta también el alma y la esperanza de muchas personas. Sonsón da ejemplo de cómo la unión entre iglesia y Estado puede transformar vidas y generar verdaderos cambios sociales.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Juan Diego Zuluaga (@juandiegozulua)