Vivimos la Vigilia Pascual con fe y esperanza, celebrando la luz y la vida nueva en Cristo resucitado.
Con recogimiento y esperanza, celebramos el pasado sábado santo la Vigilia Pascual, la noche más sagrada para la fe cristiana. Este momento litúrgico, lleno de simbolismo y espiritualidad, representa el paso de la oscuridad a la luz, y del silencio al gozo por la resurrección de Jesucristo. Además, es una experiencia única en la que renovamos nuestra fe y nos preparamos para vivir con alegría la Pascua de Resurrección.
Durante dicho momento, divino por demás, la comunidad cristiana se une en oración, cánticos y lectura de la Palabra, recordando las promesas de Dios a lo largo de la historia de la salvación. Esta celebración no solo es el centro del Triduo Pascual, sino también, el corazón del año litúrgico, donde reafirmamos nuestra esperanza en Cristo resucitado, luz que ilumina nuestras vidas.
Con el encendido del Cirio Pascual como símbolo de Cristo vivo entre nosotros, en esta noche santa, cada gesto litúrgico cobra profundo sentido. Asimismo, el agua bendita, la renovación de las promesas bautismales y el canto del Gloria, nos llenan de júbilo y fe renovada. La Pascua es, para los creyentes, una auténtica fiesta de vida nueva.
Acompañados por nuestros hermanos en la fe, vivimos esta noche con gratitud y renovación espiritual. La Pascua de Resurrección es más que una fecha: es el inicio de una etapa de luz, esperanza y compromiso con el Evangelio. 🙌🏻 Que la alegría de Cristo resucitado nos inspire a construir un mundo más justo, solidario y lleno de amor.
Ver esta publicación en Instagram
La pavimentación de la vía principal en La Danta es hoy una realidad que transforma la vida de los sonsoneños.
Conocer más